“Maria pensó que su metodología se iba a extender en su propio país pero Mussolini y su dictadura fascista se encargó de no permitirlo.”
Al leer el articulo escrito y publicado recientemente por Sabine Seichter, El Lado Oscuro de Maria Montessori, me he puesto a investigar la verdad sobre lo que aludía. Principalmente, me he referido a dos libros que pienso son importantes en la historia del Método Montessori y de su creadora Maria Montessori. Estos dos libros son: El Método de la Pedagogía Científica con la introducción de Carmen Sanchidrian Blanco y publicado por la Biblioteca Nueva en 2017, 7a Edición, y el libro en inglés, por Erica Moretti, The Best Weapon for Peace, Maria Montessori, Education, and Children’s Rights, The University of Wisconsin Press, 2021.
Yo como seguidora y promotora del Método Montessori por más de 50 años, por medio de mis estudios y de leer sus libros, conocí a la Dra. Montessori como una mujer que resaltó a principios del siglo XX con su trabajo y estudios. Se dice que era una mujer de carácter fuerte que era orgullosa, que comenzó a cambiar la idea de que un niño, en ese entonces ciudadano olvidado, tenía las capacidades de realizar sus potencialidades dándole la oportunidad en un ambiente preparado. Sus teorías tomaron a la sociedad y a sus colegas por sorpresa pero con la tenacidad y trabajo de la Dra. Montessori se dió a conocer primero en Roma, Italia, y poco a poco su popularidad de fué extendiendo a otras ciudades de Italia, después de Europa y al último de los Estados Unidos.
Se sabe que tuvo una relación de trabajo con Mussolini en los años del 1922 al 1934. Aunque su colaboración duró más de una década, empezó a deteriorarse al principio de los 1930’s. En 1928, le escribe a Mussolini pidiéndole regresar a Italia para dar sus cursos a maestros que había estado dando en Inglaterra y en Estados Unidos. La pedagogía Montessori basada en el estímulo de la personalidad y responsabilidad del menor resultaba lo suficientemente ambigua como para apasionar al dictador italiano que su en su apelación a la autocorrección y la disciplina, era un fermento ideal para forjar a las nuevas generaciones fascistas.
Mussolini acepta y Montessori regresa a Roma en 1924. Ella comienza a entrenar maestros en las escuelas italianas que ya operaban. Maria pensó que su metodología se iba a extender en su propio país pero Mussolini y su dictadura fascista se encargó de no permitirlo. Su trabajo en las escuelas italianas termina cuando Hitler y Mussolini se unen y el fascismo domina a la Italia. María Montessori se rehúsa a adoctrinar a sus maestros y niños con el fascismo y sale exiliada a la India en 1934. Entonces Mussolini clausura todas las escuelas Montessori en Italia.
Maria Montessori fue una mujer muy orgullosa de su filosofía que promovía el ambiente preparado proporcionando al niño experiencias sensoriales, seguido por las tendencias naturales del niño de aprender, siguiendo la libertad de elegir su trabajo formando las conducciones cerebrales que apoyan a la memoria y al aprendizaje a largo plazo. La señora Seichter habla de la ciencia que altera el DNA llamada epigenética. Esta ciencia estudia los factores del medio ambiente que influyen en los factores genéticos expresarse sin cambiar su secuencia. Factores como estrés, nutrición, aprendizaje e interacción social pueden activar o silenciar ciertos genes impactando el desarrollo del cerebro.
Si epigenética era la meta de Mussolini, definitivamente no era la de Montessori. En sus años de exilio en la India, ella tuvo la oportunidad de entrenar a seguidores y a seguir desarrollando sus teorías educativas.
En conclusión, se escribe de las razones por las que Montessori se encuentra asociada al Fascismo en Italia. Sabemos lo que resultó de esa relación pero lo importante aquí es que Montessori y epigenética no se llevan. Ella de ninguna manera intentó cambiar la genética de los niños para tener una raza única, como Hitler lo mandaba. Queda claramente que si esa era la intención de Mussolini, no fue la intención de Montessori.
El periodo de los años que pasó internada en un campo de concentración en la India, llevó a Maria Montessori a convertirse en una pacifista y promotora de los derechos del niño. Al terminar la segunda guerra mundial continuó con su trabajo con más fuerza, dándole énfasis a su plan de promover la paz y armonía empezando en el aula y creciendo en un gran proyecto de renovación social que cambiaría a todo el mundo.
“El extender la paz es la obligación de la educación infantil”. MM
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